Fue una noche casi veraniega la que marcó esta edición del Graveras Folk & Rock de nuevo en el parque que le da nombre a este festival de música único en la provincia y que marca el inicio del Verano Cultural que se desarrollará en los próximos meses en La Rinconada.
El parque de Las Graveras se transformó en un escenario al aire libre en el que bailar, sentir y disfrutar del mejor Rock’n Roll y el mejor Folk europeo. Una velada musical que lleva a cabo el área de Cultura del Ayuntamiento de La Rinconada, en colaboración con el Plan Más Sevilla de Diputación de Sevilla.
Fue Rosario La Tremendita la encargada de abrir el festival. Una compositora, productora y letrista inquieta, en constante búsqueda de nuevas sonoridades y expresiones artísticas. Con más de tres décadas de carrera, la cantaora, compositora, productora y multinstrumentista ha revolucionado el género, fusionando la tradición flamenca con sonidos contemporáneos como la electrónica, el funk y el jazz. Su talento ha sido reconocido tanto a nivel nacional como internacional con dos nominaciones a los Latin Grammy Awards a Mejor Álbum Flamenco (2015 y 2018) y el Premio MIN de la Música Independiente al Mejor Álbum de Flamenco (2022) con su disco ‘Tremenda’.
Le siguió el cabeza de cartel de este año, el mítico grupo Gwendal. Música bretona y celta, que en sus 50 años ha dado más de 1.000 conciertos por todo el mundo y ha actuado en infinidad de festivales. Integrada por Youenn Le Berre (flauta, bombarda y gaita), Vincent Leutreau (violín), Ludovic Mensil (guitarra acústica y eléctrica), Jerome Gueguen (piano), Michel Valy (bajo) y David Rusaouen (batería). En el Graveras el público disfrutó de sus temas, donde insertan las influencias del rock, jazz, folk y música clásica que provienen de cada uno de sus componentes.
Finalizó esta edición de 2025 con Rusted, una agrupación formada por tres músicos de dilatada experiencia en ámbito de la música folk y experimental: John Conde, guitarra acústica y eléctrica; Mangu Diaz, mandolina eléctrica, sintetizador modular y secuencias; Rubén Diez: flauta travesera. Se adentraron en los terrenos de la fusión entre el folk y la electrónica. Con un sonido y repertorio propio, ofrecieron una sesión plena de virtuosismo instrumental y ambientes desde las tierras celtas a las pistas de baile. Su primera actuación fue en el Graveras.
