Perdió los trofeos por pinchar
Miguel Ángel Perera y “Anárquico” de Santiago Domecq, protagonistas de la 11ª del abono sevillano
En su lugar hicieron el paseíllo Manuel Escribano, Miguel Ángel Pereda y Borja Jiménez quienes se repartieron cada uno un buen toro de la vacada jerezana. Siendo el extremeño el que mejor supo aprovecharlo, estando a punto de cortar las dos orejas a “Anárquico”, cololorao de 558 kilos y muy en el tipo de la ganadería. El toro recibió dos puyazos y fue bien lidiado en banderillas por Daniel Duarte. Llegó a la muleta muy codicioso y Perera lo brindó al público. Dejándole una faena muy de las suyas. Comenzó dando sitio y dejándoselo llegar con la emotividad que da la bravura. El toro era una máquina de embestir y había que estar muy dispuesto con él para que no se subiera a las barbas. Las series eran cortas, no más de tres muletazos y el remate con uno o dos pases de pecho. Todo muy templado y por abajo que era por donde embestía más profundo. Un circular invertido lo ligó a otro por derecho, ya metido entre los pitones y con el graderío entregado. Perera fue fiel a su tauromaquia y se encontró muy a gusto. Pero lo que iba camino de dos orejas se tornó en dos avisos y saludos desde el tercio por el fallo reiterado con el descabello. Al toro lo premiaron con la vuelta al ruedo.
En el quinto, otro toro muy bien hecho pero muy desrazado y flojo, poco pudo hacer. El extremeño lo intentó, pero el toro muy rajado no se prestaba al lucimiento. Aquí si lo mató a la primera de una estocada que bastó.
Y si a Perera es más habitual verlo con esta divisa, a Manuel Escribano sí que es más raro. Al de Gerena le tocó otro toro para tocar el cielo. “Duquesito” de 535 kilos, también bien hecho, y que embistió muy alegre durante toda su lidia. Escribano lo recibió a portagayola y luego lo continuó toreando por verónicas. Juan Francisco Peña lo midió bien en el caballo en los dos encuentros y citando desde lejos. El toro también se prestó a un quite de Perera por chicuelinas, muy derecho. Para pasar al tercio de banderillas, donde su matador se lució, sobre todo en el último par al violín con quiebro anterior. Y llegó la faena de muleta y el toro seguía con la misma prontitud. El trasteo fue largo, pero no terminaron de conjuntarse toro y matador. Hubo gran cantidad de pases que no llegaron a calar del todo. Tal vez no fuera el toro que está acostumbrado lidiar Manuel, con más agresividad, frente a éste con mayor calidad. El caso es que el triunfo no llegó. Y el de Santiago Domecq a pesar del metraje y las numerosas pausas entre serie y serie, con su lógica pérdida de ímpetu, aguantó metiendo la cara hasta el final de su lidia.
Con el cuarto, un toro más grandón y más acodado por delante, tampoco llegó el éxito. El animal se defendía y le faltaba motor. Lo más aplaudido de toda su labor fue el par citando sentado en el estribo y quebrando la embestida, muy cerrado en tablas. En la muleta hubo poca vistosidad. Volviendo a ser su balance de silencio, como en su anterior.
Borja Jiménez, que hacía su segundo y último paseíllo en la feria, se llevó el otro toro potable, el tercero. También muy bien hecho y muy noble. Pero que se fue apagando poco a poco. El de Espartinas estuvo templado y entendió con inteligencia las características del animal. Aunque también le faltó poderle atacar más para desarrollar todas sus cualidades. Y esto no lo quiso hacer porque, posiblemente, se habría quedado sin contrincante. También falló con la espada y escuchó silencio
El sexto fue un toro con poder y genio. Lo recibió a portagayola y después le enlazó verónicas y chicuelinas. El tercio de varas de Placido Sandoval tuvo emoción, aunque la segunda entrada no se pudiera ver bien por dejarlo muy cerca del caballo y no profundizar. Por lo que llegó a las banderillas a falta de un puyazo y pegando arreones, lo que propició la desconfianza de los peones con los palos y sus pasadas en falso. Borja con estas circunstancias no se amilanó y empezó torear con emoción de rodillas en el tercio para después irse a los medios. El pitón menos malo era el izquierdo, por el otro se colaba. Dio buena dimensión y se ve cada vez está más seguro y forjado para batallas complicadas como esta. La última serie muy en corto y despatarrado fue muy de verdad. A la segunda le dejó un bajonazo y de nuevo quedó el balance en silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Martes 6 de mayo de 2025. Plaza de toros de la Real Maestranza de SEVILLA. 11º festejo de abono. Feria de Abril. Casi lleno y tiempo primaveral con calor en la solanera.
Seis toros de SANTIAGO DOMECQ (procedencia Juan Pedro Domecq y Torrestrella): de buenas hechuras, a excepción del 4º más grandón, y de juego desigual. Los tres primeros fueron los mejores, bravos. Al 2º, “Anárquico”, colorado de 558 kilos le dieron la vuelta al ruedo.
MANUEL ESCRIBANO (verde botella y azabache): pinchazo y estocada en el rincón (silencio); pinchazo y estocada baja (silencio).
MIGUEL ÁNGEL PERERA (corinto y oro): estocada y cinco descabellos (dos avisos y saludos); estocada (silencio).
BORJA JIMÉNEZ (tabaco y oro): pinchazo bajo, media tendida y tres descabellos (aviso y silencio); bajonazo (silencio).
Cuadrillas:
Picando destacó Juan Francisco Peña (1º) y Tito Sandoval (6º).
Con las banderillas fue aplaudio Vicente Varela (3º).
Lidió bien Daniel Duarte (2º).
Miguel Ángel Perera
Manuel Escribano
Borja Jiménez
Santiago Domecq
toros
toreros
arte
cultura
tauromaquia